martes, 2 de junio de 2015

Machismo cool

Confieso que diariamente leo las ediciones digitales de varios periódicos casi en su totalidad y cada cierto tiempo aparece algún artículo criticando unas declaraciones claramente machistas de algún personaje público. Me parece lógico que nos escandalicen situaciones de ese tipo pero hoy ha aparecido en El País un artículo que es, a mi juicio, mil veces más tóxico y que casi seguro no levantará apenas revuelo. El artículo en cuestión se titula "32 cosas que un hombre debe hacer solo (al menos una vez en la vida)" y aparentemente no es más que otra inocente y estúpida lista de actividades, pero si se lee con detenimiento es una oda al estereotipo machista que, con la excusa de desvincular ciertos comportamientos a uno de los dos géneros, se dedica a reforzarlos. Pero vayamos a los ejemplos.

Si a usted le parece lo más normal del mundo que un padre peine a su hija, el autor ya le deja claro que "a todo padre le resulta chocante". Escribir un diario no diría yo que es una actividad relacionada con el género o la edad, pues es de las rutinas básicas de exploradores, marinos o astronautas, pero según el autor no debemos verlo "como algo más propio de su hija adolescente" (lo siento Buzz Lightyear). ¿Piensa usted en ir al médico cuando tiene un problema de salud? Pues que sepa que si el médico al que tiene que ir es el urólogo "puede resultar algo embarazoso". ¿Cree que la educación de los hijos es un asunto en el que deben involucrarse los progenitores por igual? Pues me temo que si es usted hombre será incapaz de hacerlo al mismo nivel que su pareja y viceversa; si es mujer no se fíe de él, que no vale para eso. Y todo ello con lenguaje futbolístico, si es que no se puede pedir más: "con toda probabilidad, antes de que ponga el pie en la calle su mujer lo sabrá todo por algún grupo de madres de Whatsapp y le sacará tarjeta amarilla si se olvida de contarle algo". ¿Qué tal se maneja con la cocina? Porque lo mismo no es usted tan masculino ya que "por alguna razón, los hombres -incluso los más audaces en la cocina- tenemos una cuenta pendiente con los postres".

En fin, no sigo que 32 son demasiadas.

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