martes, 3 de mayo de 2011

El periodismo en España

Vuelvo a la carga contra el periodismo, y es que en ese mundillo las cosas funcionan mal. Muy mal.
No quiero decir que todo sea malo. De hecho la polémica de Cospedal con Ana Pastor ha puesto sobre la mesa que tenemos la mejor cadena pública de nuestra historia. RTVE es, en televisión, radio e Internet, referente de calidad. Tanto es así que incluso ¡permite las críticas contra sí misma en sus programas!
Si esto no es neutralidad que alguien me lo explique.
Pero al margen de RTVE el periodismo en España, salvo honrosas excepciones, es una basura. No hay más que ver los telediarios o abrir uno de esos panfletos partidistas (El País, El Mundo, ABC, etc) que se empeñan en llamar periódicos.
Precisamente de uno de ellos, el que más me gusta, Público fue director y fundador Ignacio Escolar. Un señor que me parece un gran periodista que ha desarrollado una gran labor al frente del mencionado diario así como un gran trabajo con su blog Escolar, uno de los más influyentes de la red.
El caso es que viendo su currículum quedé impresionado por la cantidad de puestos de responsabilidad que había logrado siendo alguien tan joven. Fundar y dirigir un periódico de tirada nacional no es moco de pavo. De hecho contradecía de todas todas mi percepción del mundo del periodismo según la cual era necesario un respaldo (enchufe, llamemos a las cosas por su nombre), más que talento y trabajo para llegar alto. Hasta que la Wikipedia me dio la clave: su padre es el fundador y director del diario 20 Minutos.
Ojo, no estoy diciendo que Ignacio Escolar no sea un gran periodista (de lo mejor que tenemos en este país) y que no se merezca estar donde esta. El problema es que hay otros muchos de igual valía que no llegan tan alto por falta de respaldo (enchufe) y no hay más que ver el resto de medios. Enciendan la televisión y pongan Telecinco y verán lo que entienden por "periodismo de investigación" "periodismo de opinión" o pongan  Cuatro si quieren saber lo que es el "periodismo deportivo".
En definitiva, es una lástima que en un sector tan crucial para una sociedad como es el de los medios de comunicación sufra de tanto enchufismo y becaritis (explotación de jóvenes licenciados mediante becas) cuando hay mucha gente muy buena en el paro.

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