viernes, 22 de abril de 2011

Privacidad y chismes electrónicos

Llevaba tiempo esperando a que acabase la permanencia del móvil con Movistar para cambiarme, pero ahora después de echar a la calle a miles de trabajadores mientras aumentan los beneficios siendo además reelegida como peor empresa del año me ha terminado de decidir a migrar cuanto antes a otra compañía.
Mi teléfono es de la compañía antes citada así que tendré que liberarlo o, ya que los regalan al cambiar de compañía, adquirir uno nuevo, que me parece la mejor opción.
Últimamente me estoy volviendo algo maniático con el rastro de datos que dejamos al hacer uso de los dispositivos electrónicos y esto me plantea un dilema: ¿elegir un terminal con más funciones y capacidades o uno primitivo que solo llame, reciba mensajes y resista hasta reentradas en la atmósfera por si algún día viajo al espacio, o uno supermegaguay que haga fotos, las retoque y las suba a Internet antes de que se termine de apagar el flash?
Siendo tan aficionado a los cacharricos electrónicos me decanto por la segunda opción, pero tras la noticia de que el famoso iPhone tiene por ahí un archivo secreto donde se registran los sitios en los que has estado, el miedecillo a que los smartphones se conviertan en el instrumento definitivo del Gran Hermano aumenta bastante.
Ya decía Richard Stallman, el barbudo profeta del software libre, que "los smartphones son el sueño de Stalin": permiten a la compañía telefónica saber dónde, cuando y que están haciendo sus clientes en cada momento. Y como después se vio tenía razón. También es verdad que los datos de localización ya los tienen las empresas con cualquier terminal que uses ya que saben perfectamente a que antena de telefonía se ha conectado, pero de saber donde andas más o menos a saber exactamente donde estas y que estas haciendo (de eso ya nos encargaremos nosotros mismos a través de las redes sociales de las que por cierto hablaré otro día en relación a este mismo tema).
Conclusión: aunque me encantan esos cacharros no me gusta nada que sean más listos que yo y que puedan tener puertas traseras para que sus fabricantes recaben todos mis datos personales sin mi conocimiento.

1 comentario:

Mary Loli dijo...

No puedo estar mas de acuerdo. Hace poco cambie de móvil (por cierto tu fuiste quien me quito el plastiquito ¬¬) y he pasado de tener un móvil básico de 7 años a uno con el mayor numero de poyadas.
Y la verdad, aun teniendo mil y una aplicaciones, sigo haciendo la llamada, el mensaje y poco mas.
Pero si me he dado cuenta, que recibo mas publicidad, que mi móvil registra hasta cuando fue la ultima vez que lo apague y movidas varias, inútiles para mi, pero a saber para quienes son útiles.
Espero tu post sobre las redes sociales que sobre eso me gustaría comentarte, he pasado de tener varias redes sociales a solo dejar el twitter. Tras hacer algunas comprobaciones, me di cuenta de lo poco seguro que es... En fin. Gran escrito Puto Paco.