lunes, 20 de octubre de 2014

Rediseñar el salón

Desde hace un tiempo vengo dándole vueltas a cómo afectará el uso de nuevas tecnologías en el diseño de los hogares. Pero no, no me refiero a las persianas que se suben solas y esas cosas tan divertidas que convierten tu casa en una mazmorra si se te va la luz. En concreto a lo que le estoy dando vueltas es a los salones. Me explico. Actualmente un salón o sala de estar de una casa cualquiera consta de un par de sofás y una mesa enfocados hacia la que, hasta hace poco, era la única pantalla de la casa: la televisión. Se hacía vida alrededor del aparato, ya fuese para ver las noticias, un programa o una película.
Ahora la cosa ha cambiado. Cada vez más, los miembros de una familia de clase media tienen su propio cacharro particular con pantallita al que cada vez dedicamos más horas en detrimento de la televisión. No obstante, la zona más confortable de la casa sigue siendo el salón y sus sofás orientados hacia la tele, por lo que cada vez suele ser más frecuente coincidir en el mismo espacio pero haciendo cada uno uso de su propio aparato en lugar del colectivo. La cuestión que me planteo es que resulta incómodo usar portátiles, y en cierta medida también tablets, en un sofá. En primer lugar no puedes usar periféricos como teclados o ratones y en segundo, la posición en la que quedan estas pantallas es demasiado baja. 
El Kamasutra del portátil
Cojines-mesa o mesitas portátiles pueden cumplir la función medianamente, pero siguen siendo chapucillas. Aunque siga habiendo un lugar central para una pantalla grande en la que compartir contenidos ¿cambiará el diseño de los salones para permitir usar cómodamente portátiles en los sofás? ¿acabaremos añadiendo horrorosos trastos para utilizar los portátiles? ¿o los cruzaremos con los pupitres para obtener el híbrido definitivo? ¿seguirán estando todos alrededor de la pantalla grande o ya que ha perdido importancia pondrán unos frente a otros?

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