miércoles, 24 de junio de 2009

La receta culinaria

Hoy la historia que traigo está sacada literalmente de este otro blog. Y para que comentarla pudiendo leerla:

Mientras desayunábamos en su panadería, Joan me acaba de explicar otro tipo de ilusiones. En uno de los barrios de la pequeña ciudad en la que vivo hay muchos vecinos que, en su momento, emigraron desde Murcia. Como recuerdo, cada año durante las fiestas del barrio —que coinciden con la magia del solsticio de verano—, organizan un concurso de gachasmigas, un plato típico hecho a base de harina de trigo, aceite de oliva, agua y sal, con pedazos de longaniza, panceta y salchichas. Hace algunos años, y contra todo pronóstico, el concurso lo ganó un joven a quien no se le conocían antecedentes culinarios. Las migas que preparó después de revolver con energía la argamasa de harina tenían un sabor exquisito y hubo unanimidad, no sólo entre quienes formaban el jurado, sino también entre todos los que tuvieron el placer de probar esas gachasmigas, preparadas para la ocasión. Incluso los demás concursantes se rindieron ante el peso de las pruebas del rival, aparcaron la envidia y disfrutaron del manjar. ¿Cuál era el truco? ¿Cuál era el pequeño secreto de aquél joven? Pronto se supo —en los pueblos, las noticias vuelan—: había utilizado aceite o mantequilla de marihuana que hizo las delicias de los comensales.


¿A alguien le recuerda a futurama?

2 comentarios:

Pablo dijo...

Jajaja.
Pues ala Paco, ahora nos tienes que hacer la receta con ingrediente secreto incluido ¿eh?

Baluar dijo...

Es que lo que da la tierra siempre es superior...

De Paco yo no como nada que lleve ingrediente "secreto"...